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A la Sagrada Majestad de la VERDAD

Thomas Taylor

jueves, 18 de febrero de 2010

CORONEL OLCOTT — UN HOMBRE SUPERIOR

Radha Burnier

Revista The Theosophist Feb. 2007

El Coronel Henry Steel Olcott fue indudablemente una persona que estaba muy por encima de la mayoría de la gente. Tuvo gran éxito en muchos campos porque dondequiera que vivió y trabajó manifestó cualidades de corazón y mente que lo hizo digno de ser llamado un ‘hombre superior’, un término que usó Confucio.


Cuando era joven ganó fama al establecer una granja modelo para agricultura científica, y poco después una escuela piloto de agricultura donde se dio entrenamiento sistemático. A los veintitrés años de edad le fue ofrecido por el Gobierno de Grecia el cargo de Director de Agricultura Científica en Atenas, que no aceptó. Poco después le ofrecieron la Dirección de la Oficina de Agricultura en Washington, D.C., que también declinó. Su notable éxito temprano se debió a su iniciativa, energía, y dedicación al bienestar de la humanidad. Lo que hizo no fue por el deseo de descollar o hacer dinero; un espíritu puro de altruismo animó sus acciones.


Annie Besant habría de escribir más tarde que la experiencia y cualidades que él adquirió en estas actividades civiles lo prepararon para el trabajo que iba a hacer después con el objeto de inspirar a numerosas personas para sostener el ideal de fraternidad universal sin distinción alguna de raza, religión, casta, etc., y el trabajo de la Sociedad Teosófica. Una y otra vez él declinó prestigiosas y lucrativas ofertas con el objeto de hacer lo que era más digno desde un punto de vista más elevado. No describiremos aquí en detalle el papel que jugó para erradicar la corrupción en el Ejercito de los Estados Unidos, o cómo ganó una reputación como periodista, primero como un corresponsal agrario, y más tarde como un periodista investigador que trabajaba para prestigiosos periódicos como el New York Tribune, el New York Sun, y el New York Graphic.


Su vida fue un ejemplo de cómo la llamadas actividades mundanas, cuando están imbuidas de las rectas cualidades, pueden hacer a una persona elegible para conducir el mundo hacia un progreso moral y espiritual. Él fue Presidente de la Sociedad Teosófica desde su fundación en 1875 hasta su muerte en 1907. Pero no fue ningún funcionario nominal; fue un líder en el mejor sentido del término. Ser la cabeza de una organización dedicada a la fraternidad y la paz mundial entre las gentes de la tierra requiere no sólo capacidades ordinarias para los negocios, sino una profunda comprensión desde un punto de vista espiritual de la sicología humana y de las necesidades humanas ― y él las tenía. Como periodista, cuando encontró a la señora H. P. Blavatsky en un lugar en donde estaban ocurriendo importantes fenómenos espirituales, empezó a arder toda una faceta de su personalidad que lo llevó cerca de varios Mahatmas Orientales. Blavatsky enseñó la Sabiduría Antigua en una forma necesaria para el mundo de esa época, particularmente el mundo occidental. Pero fue debido a Olcott y a su enorme poder el presentar y difundir la Enseñanza de Sabiduría con la que incontables personas de todo el mundo fueron influidas, y aún están siendo influidas, para cambiar su modo de vivir.


El Coronel Olcott supo cómo crear un sistema constitucional para la Sociedad Teosófica que era completamente adaptado para sus propósitos y carácter. La Constitución concebida por él ha probado su valía y es testimonio de su previsión por un siglo y cuarto. Combina todas las medidas necesarias para que los miembros individuales tengan libertad en la búsqueda de la verdad y en la aplicación de rectos principios en sus vidas, y, al mismo tiempo, para promover una actitud de cooperación, tolerancia mutua, y solidaridad para llevar a cabo el trabajo por el bienestar de todos los humanos como también por el de las criaturas a quienes los teósofos consideran generalmente como ‘hermanos menores’. Muy raramente una organización enfatiza la necesidad de una relación entre gente altruista con propósitos comunes en la cual hay a la vez libertad individual y un fuerte sentido de unidad. Unidad sin conformidad ciega es una característica principal de la Sociedad Teosófica.


El dinamismo de Olcott afectó profundamente la mente asiática cuando estuvo en peligro de hundirse en un estado de pasividad y conformidad bajo una autoridad forzosa que no toleraba un espíritu de investigación y examen. Nueva energía fue infundida en el Budista, Hinduista, Mazdeísta, y otras gentes con quienes él se ponía en contacto y se dirigía. El argumento del Gobierno Británico de entonces de que los Fundadores de la Sociedad eran espías (particularmente la señora Blavatsky) fue una reacción al enorme éxito que ellos tenían, como un equipo, en agitar la conciencia dormida de gentes subyugadas.


El Coronel Olcott fue un hombre de absoluta gran integridad y rectitud. Esto le permitió encausar en nombre del Gobierno de los Estados Unidos incluso a personas de importancia que estaban envueltas en prácticas corruptas en el suministro de materiales, etc., para el Ejército y la Armada de los Estados Unidos. Su Hojas de un Viejo Diario (que todo miembro de la Sociedad Teosófica debiera leer) contiene un muy gracioso relato de la visita del Coronel a Jammu y a Kashmir, a donde había sido invitado por el mismo Maharajá. Uno de los oficiales del Estado fue enviado a Lahore, que ahora está en Paquistán, con el objeto de escoltarlo. La costumbre del Maharajá era obsequiar dinero y costosos vestidos a sus visitantes, pero el Coronel rehusó desviarse de sus principios y dijo que no podía aceptar una sola rupia. Largos argumentos y despacho de telegramas no facilitaron un acuerdo hasta cuando se decidió que los regalos serían recibidos por Olcott sólo en su condición oficial de Presidente de la Sociedad Teosófica y que los recibía para ella. El Coronel pone en claro en su Diario que como Presidente de la Sociedad estaba ‘listo a aceptar cualquier regalo, por grande que fuera, siempre que no implicara ningún daño para nadie’. Después de acordar amigablemente este asunto, el Coronel disfrutó la espléndida hospitalidad del Maharajá, cabalgando sobre elefantes reales, alojado lujosamente, y atendido por un ejército de sirvientes. Muchos otros incidentes menos divertidos acerca de la probidad estricta del Coronel pueden encontrarse en las narraciones históricas del progreso de la Sociedad en las Hojas del Diario.


Lo anterior no daría la impresión de una formidable personalidad. Olcott fue una persona jovial, amable y amistosa con todo mundo. C. W. Leadbeater y A. J. Cooper-Oakley en 1885 eran jóvenes trabajadores en la Oficina Central en Adyar. A pesar de la pesada carga de trabajo que tenía Olcott, siempre encontraba tiempo para estos jóvenes, alentándolos y aconsejándolos en sus labores. Olcott tenía su modo especial de colectar donaciones. Después de la Convención Teosófica anual en Adyar, que era gratis para los delegados en esos días, el podía crear un divertidísimo entusiasmo por la forma en que llamaba a la gente para que donara lo que pudiera. Después de que puso en marcha la Olcott Memorial School, hubo algunos muchachos que aprendieron lo bastante para convertirse a su turno en maestros, ¡y el Presidente de la S.T. algunas veces los entretenía flotando en el río Adyar con un cigarro en la boca y un periódico en sus manos!


Nosotros no podemos hacer nada mejor con ocasión del centenario de la partida de Olcott para los mundos superiores que sacrificar propósitos y ambiciones personales y hacer de la fraternidad universal una realidad viviente, y también abrir el camino para que las genuinas enseñanzas espirituales arraiguen en los corazones de hombres y mujeres en todo lugar de la tierra.

sábado, 6 de febrero de 2010

HIPNOTISMO Y TEOSOFÍA


Por William Q. Judge


¿Es el hipnotismo entendido? ¿Cuál es la actitud de la Sociedad Teosófica hacia el hipnotismo?

Se cree por algunos de que el magnetismo y el hipnotismo son idénticos, pues muchos han dicho que esta nueva fuerza o poder es sólo la vieja práctica de Mesmer revivida en este siglo, (xix) después de largos años de desprecio, y etiquetada con un nombre nuevo, que permitirá a los médicos
tomarla. Esto no es, sin embargo, del todo cierto. El Dr. Charcot, de París, y sus seguidores, pueden ser acreditados con la reactivación del hipnotismo, ya que, como consecuencia de sus investigaciones, ha sido aceptado por la profesión médica. He visto a los destacados médicos de la costa atlántica cambiar sus puntos de vista sobre este tema en veinte y cinco años. Dr. Hammond y otros se rieron de la credulidad de los que creían que los fenómenos, ahora tan bien conocidos entre los hipnotizadores, nunca se llevaron a cabo; hoy, escriben artículos y admiten los hechos previamente negados.

Hace muchos años, el Dr. Esdaile, un cirujano del ejército británico, dirigió un hospital de la India, donde realizó muchas operaciones difíciles mediante el magnetismo como anestésico, incluso instruyó auxiliares nativos para que lo usaran en pacientes de su lugar.
Su libro, publicado hace tiempo, da todos los hechos. Hay un montón de testimonios en todos los países sobre la realidad de los estados magnético e hipnótico y poderes.

La gran pregunta que surgió después de las pruebas acerca de la hipnosis, se vio que era muy diferente de cualquier otra que haya sido previamente presentada. Tan pronto como el proceso fue descrito y admitido, los experimentos se sucedieron con rapidez, y el gran tema de la "sugestión" quedó al descubierto. Se constató que la persona hipnotizada podía ser inducida a hacer muchas cosas extrañas después de recuperarse del estado hipnótico, sabiendo que la sugestión le había sido hecha cuando estaba en ese estado. Al sujeto se le dijo que asesinara al Dr. A o B, para robar un libro de bolsillo. Luego fue llevado fuera del estado hipnótico, y, a la hora señalada, tomaría el arma sugerida - un cuchillo de papel o algo inofensivo - y sigue todas las acciones necesarias o, incluso, robaría el objeto que se le dijo robara. Si este poder puede ser utilizado por un médico en un experimento, se alegó que un asesinato real podría ser planificado y ejecutado a través de una persona hipnotizada. Por lo tanto era peligroso. Un delito puede ser cometido con impunidad para el verdadero culpable. Dr. Charcot escribió un artículo para una revista importante de Nueva York en la que admitió las probabilidades de sugestión a los pacientes, pero negó que existiera el peligro de crímenes sugeridos por hipnosis, sin embargo, también dijo que debería haber leyes contra la hipnotización indiscriminada. En la última conclusión, la mayoría de los miembros de la Sociedad Teosófica está totalmente de acuerdo, pero también cree que hay, y habrá, el peligro de crímenes sugeridos a los sujetos hipnóticos. No en el presente inmediato, pero en el futuro.

Esto es debido a que el hipnotismo no es comprendido, doy menos son conocidos sus peligros por la profesión médica, y menos aún dan crédito al público con un conocimiento correcto sobre el tema.

Los mejores hipnotizadores saben muy bien que hay momentos en los que el sujeto hipnotizado escapa a su influencia, sigue en el estado hipnótico, y permanece bajo una influencia que no conoce el operador y tampoco distinguible por el sujeto. Aquí está uno de los peligros - el peligro de la ignorancia y de un guía ciego guando igualmente ciegos. Escritores como Braid, Binet y otros son solamente estadísticos. Se limitan a dar datos y métodos, todos están igualmente en la oscuridad sobre las causas y posibilidades. Una vez más, los operadores en la vanguardia de la fama del hipnotismo saben, también, como ha dicho el Dr. Charcot, que existe el peligro de que la histeria se desarrolle en donde nunca existió, y una larga serie de otros males. Por eso exige la supresión de la operación indiscriminada. Pero la verdadera roca de ofensa es esto, bien conocido por los estudiantes de Teosofía, que, como la fuerza y el poder del hipnotismo se conozcan mejor, se verá todo lo que la influencia es, el proceso en curso en el hipnotismo es la contracción de las células del cuerpo y el cerebro desde la periferia hacia el centro. Este proceso es realmente un fenómeno de estado de muerte, y es lo contrario del efecto mesmérico, y este punto no es conocido por la profesión médica, ni lo será mientras continúen con su actual proceder, porque nunca los exámenes post mortem revelan la acción de una célula viviente. El magnetismo por la influencia humana comienza desde dentro y procede hacia la superficie, mostrando así un fenómeno de vida muy diferente al hipnotismo. El uso del magnetismo no es objetable, pero debe ser limitado en la práctica a los miembros competentes de la profesión médica. Los miembros más estudiosos y cuidadosos de la Sociedad Teosófica, entonces, están en contra de la utilización de la hipnosis. En todas sus fases de anestesia puede ser duplicado por el mesmerismo, sin ningún efecto perjudicial. Dr. Esdaile ha demostrado abundantemente esto. Se deben aprobar leyes convirtiendo las tenidas hipnóticas, públicas o privadas, en delitos menores. Y estas leyes también deben cobijar, incluso a los médicos que, bajo el pretexto de la ciencia, ponen personas en posiciones absurdas y carentes de dignidad. Estas prácticas no son necesarias, y están deliberadamente en contra del deseo de despertar la voluntad y el juicio del sujeto. Sólo muestran el poder del operador y no añaden nada al conocimiento que no puede ser obtenido de otra manera.

Pero incluso con los casos notables registrados por Binet y otros en Francia, las leyes que rigen la constitución interna del hombre, y que rigen especialmente en el hipnotismo, después de un cierto punto, no son percibidas por los eruditos escritores. Algunos dan sólo los hechos - ya sea hechos extraños sobre la recurrencia de estados, y otros como el Dr. James de este país asumen que hay un yo oculto que hace estos trucos extraños con la forma mortal. Los Teósofos saben que los cambios extraordinarios en la mente o en el poder mental, la extraña "recurrencia de estados" y la división aparentemente distinta o separación de la inteligencia en un único ser humano solo se explica toda por el método oriental antiguo de la reducción de los poderes internos del hombre en siete clases, en cada una de los cuales el yo interno - el Ego - puede actuar y actúa de forma independiente, siendo el cuerpo sólo un instrumento denso o un campo para la acción del hombre real.

Esta teoría lo divide en siete planos de acción, en cada uno de los cuales el Ego, o yo interno puede tener una conciencia operando de una manera particularmente apropiada para ese plano, y también participar de la conciencia y la experiencia de los planos por encima de él pero no por debajo. Y cada uno de estos niveles o ámbitos de la conciencia se divide en otros sub-sectores, en cada uno de los cuales puede haber una acción y experiencia distinta, o todas pueden ser combinadas. Ahora, en los casos examinados por el Dr. James, la peculiaridad que se señaló fue que cuando el sujeto actuó como N º I, no tenía ningún recuerdo de un estado llamado N º 2. Ninguna explicación de esto fue ofrecida, solamente el hecho fue registrado. Esto se explica por la localización de la conciencia del Ego en uno u otro de los sub-campos de acción de la primera de la gran clase de siete.

La falta de recuerdo de uno a otro se debe al hecho de que el Ego se vio obligado en ese campo en particular, y no pudo llevar el recuerdo de la misma. Por ello, su acción era totalmente automática en ese plano. Este efecto se debió casi enteramente a la acción contráctil específica del proceso hipnótico, que, como se dijo antes, es esencialmente una contracción de las células desde el exterior hacia el centro. Esto siempre evitará que el ego se eduque a sí mismo en recuerdo de un estado a otro y de un campo a otro a la experiencia de cada uno, educación que, sin embargo, es posible en el estado hipnotizado o magnetizado, y por supuesto en la vida normal de vigilia.

Los casos en que el sujeto se escapa del control del operador son explicables en virtud de la misma teoría teosófica, es decir, aquellos casos en los que el Ego se retira del primer plano o campo de la conciencia formado por siete divisiones o sub-campos para el próximo de toda la clase de siete, en lugar de entrar en una de las sub-divisiones de la primera. Y, como los médicos no saben ni admiten la realidad de la sub-divisiones superiores internas, no están familiarizados con los medios para alcanzar el Ego cuando se ha escapado de ellos dentro de un campo de conciencia del que son ignorantes de sus causas y condiciones, es decir, los hipnotizadores no están estudiando el campo real de operación de la fuerza, sino que están buscando meramente algunos de sus fenómenos.

Estos fenómenos se manifiestan en el cuerpo o capa exterior mientras que los procesos psico-fisiológicos, suceden en el interior, y causando los fenómenos visibles, están ocultos a la vista de los hipnotizadores.

1893?