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A la Sagrada Majestad de la VERDAD

Thomas Taylor

lunes, 29 de diciembre de 2008

Universidad Teosófica Internacional


Foto: Uno de los Edificios de la Banaras Hindu University en India.

Una Universidad Teosófica ha sido un sueño no realizado desde los mismos inicios de la Sociedad Teosófica. Aunque Annie Besant y otros teósofos ayudaron en la fundación de la Universidad de Benarés (ver foto arriba), reconociéndose su papel en el establecimiento de la misma, no se reconoce propiamente como una Universidad Teosófica. La idea siguió madurándose y el tiempo siguió pasando, como vemos con el escrito que vamos a leer a continuación publicado por 1926, sin embargo tampoco se pudo concretar. A la muerte de A. Besant, George Arundale promovió la Besant Memorial School que tenía como objetivo convertirse en la base de una futura universidad teosófica, pero tampoco logró hacerse realidad. Por el lado de la Sociedad Teosófica de Pasadena surgida tras la secesión de W. Q. Judge, luego administrada por Katherine Tingley, hubo una experiencia muy interesante con la School for the Revival of the Lost Mysteries of Antiquity, los colegios Raja Yoga y la Theosophical University que lastimosamente no alcanzó a superar los coletazos de la gran depresión, llegando hasta principios de los años 40, pero sin embargo constituye la única experiencia real con la denominación de Universidad Teosófica y que logró graduar importantes personajes para la teosofía.

UNIVERSIDAD TEOSÓFICA INTERNACIONAL
Declaración de Principios

Revista El Mensaje 1926, Uruguay

La Universidad Teosófica Internacional se establece para coordinar las actividades teosóficas en el campo de la educación ya existentes en distintas regiones del mundo, y para impregnar profundamente todo el terreno educacional de las grandes verdades de la evolución, manifiestas en las tres fuerzas vitales de energía que son la Voluntad, la Sabiduría y el Amor – Actividad. La Universidad sostiene como verdad básica y fundamental la Unidad y Fraternidad de tota Vida dentro de la Divinidad, que a todos alcanza. Por lo tanto los cursos graduados de estudios, comenzando por los que se dedican a la más tierna juventud, no se propondrán tan sólo dar a conocer a los estudiantes la naturaleza de las variadas series de fenómenos que constituyen los mundos internos y externos y sus movimientos regidos por las Leyes de la Naturaleza, sino muy especialmente que en cada etapa sean reconocidos dichos fenómenos como expresiones diversas de la Divina Vida Única Manifestada, como formas del gradual proceso de crecimiento que conduce de la Divinidad inconsciente a la auto-consciente.
Las Artes y las Ciencias, de cualquier clase que sean, se estudiarán como expresiones de la vida evolucionante. Los diferentes reinos de la Naturaleza – desde el sub- humano hasta el sobrehumano- serán estudiados, hasta donde los conocimientos lo permitan, no meramente como universos distintos, sino también como peldaños de la gran escala de la evolución, considerando cada uno de esos reinos como hermano de todos los demás, y reconociendo esta fraternidad, con su implícito imperativo de mutuos deberes y derechos, como el concepto vital para su plena comprensión y para la práctica entre unos y otros, de relaciones armónicas y constructivas. Todo estudiante – joven o viejo – aprenderá de este modo a darse cuenta perfecta de que nada cuanto es externo a él deja de estar relacionado con él, al menos en cuanto que participa de la misma vida animadora; y de este hecho habrán de dimanar las leyes de conducta, de auto-expresión y de dominio propio que lo rijan, para que la vida que en él vibra se relacione siempre armoniosamente con la vida que lo rodea, y para que ningún acto, idea, sentimiento o palabra quiebre o altere jamás esa unidad de cuyo mantenimiento depende todo progreso real.
Habrá de comprender a fondo el estudiante la suprema verdad de que nada ni nadie crece por sí solo, y de que su propio crecimiento, con su paz y dicha consiguientes se mide precisamente tanto por la amplitud e intensidad con que procura ayudar al crecimiento de cuanto lo rodea en todos los distintos reinos de la naturaleza, como por los esfuerzos que realiza encaminados a sus propios fines de avance personal. Deberá hacer para la vida que lo circunda lo mismo que, en pro de su desarrollo individual, haría para sí.
He aquí algunas verdades básicas sobre las cuales se establecerá el estudio del reino humano, que es de primordial interés para la Universidad, puesto que a él pertenecen sus estudiantes:
1- La justicia perfecta, y por lo tanto el perfecto amor al mundo. La naturaleza y expresión de esta justicia como Voluntad de la Divinidad se estudiará según se manifiesta en todos y cada uno de los detalles de la evolución.
2- Existe un gran sendero evolutivo que conduce de la Divinidad inconsciente a la auto-consciente, por medio de cinco grandes etapas en todos los reinos de la naturaleza: Auto-descubrimiento, auto-expresión, sacrificio propio, renuncia a sí mismo, y realización de sí. Se estudiará la naturaleza de este sendero según se manifiesta en los reinos de la naturaleza, y especialmente en el reino humano.
3- Existe una gran Fraternidad de las Religiones en el seno de una esencial Religión Universal.
4- Existe una gran Fraternidad de las naciones y pueblos del mundo entero, que expresa y completa la esencial Fraternidad de la Humanidad, siendo ésta a su vez una parte de otra Fraternidad más amplia –hoy en día lamentablemente ignorada- que incluye los reinos subhumanos, cuya participación en la gran familia es con excesiva frecuencia negada, con grave perjuicio de todos, y que incluye también los reinos supra-humanos, poblados por aquellos que han avanzado más allá de donde alcanzan sus hermanos humanos a lo largo del amplio sendero evolutivo.
El reconocimiento de esta gran Fraternidad de las naciones y pueblos del mundo implicará la aceptación de una ciudadanía mundial, la participación en una religión mundial, más allá y por encima de la ciudadanía de una nación particular y de la sumisión de una creencia individual, a las cuales aquellos más amplios conceptos se sobreponen, dominan y completan. Todos somos hijos del Supremo y Único Padre, cualquiera que sea nuestro color, nuestro credo, nuestra clase, nuestro sexo, nuestra casta o nuestra nacionalidad: y la nota de la unidad fundamental deberá hacerse oír en medio de todas esas incontestables diversidades, para que las acalle y armonice, haciéndolas aparecer tales como son en verdad: complementarias unas de otras, y en modo alguno antagonísticas.
5- Todo crecimiento real, bien sea de individuos o de grupos, consiste en lograr la liberación del Dios interno, y esta liberación necesita de una Libertad tan resuelta a la consecución de ese fin que actúe de modo que la libertad de cada cual sea respetada y alentada. No es verdadera libertad aquella que limita los justos derechos de los demás. Crecer verdaderamente es percibir que la liberación del Dios interno es la liberación de la Divinidad inherente para el siempre creciente servicio de los demás, hasta llegar a la Libertad Perfecta que se expresa a sí misma en forma de perfecto Servicio.
Por lo tanto, la Universidad Teosófica Internacional preconiza el Servicio, y como consecuencia, el Estudio que tenga como finalidad la aptitud para realizar un Servicio cada vez más sabio y más amante. Sus estudiantes aprenderán que sólo sirviendo a los demás pueden realmente descubrirse, expresarse y realizarse a sí mismos, y que sus estudios, ejercicios y actividades, bien sean físicas, emocionales, mentales o espirituales, están encaminadas a ayudarlos a recorrer con rapidez el Sendero del Servicio que los conducirá a los Pies de los Grandes Servidores del mundo, y por medio de Estos, a una completa expresión de su Herencia Divina. Así pues, todo estudio y todo ejercicio serán reconocidos como parte de esa Sabiduría Divina, que ordenando suave y poderosamente todas las cosas, hace que la Divinidad se manifieste en todos. Todos los temas y asuntos pertenecientes a los cursos de estudios corrientes en otras instituciones, serán estudiados, ordenados y aplicados con este espíritu en las escuelas, colegios y demás instituciones de la Universidad Teosófica Internacional, de lo cual resultará –según lo ha probado la ya larga experiencia de los jefes de la Universidad en el campo educativo- que sus estudiantes se hallarán mucho más eficientes y preparados para lo que se llama la lucha por la vida, serán ciudadanos mucho más activos y patrióticos –en el verdadero sentido de la palabra patriotismo- y dentro de esa ciudadanía, miembros más hábiles y capacitados de sus respectivas profesiones o actividades, creyentes más sinceros de sus respectivas religiones, y se harán más fuertes en el terreno físico, más puros en el emocional, más profundos y perspicaces en el mental, y adquirirán una honda percepción de los valores espirituales. Porque habrán sido puestos en contacto con la Realidad, habrán rechazado el temor, sustituyéndolo por el Valor, habrán suprimido la Ignorancia, reemplazándola por aquella sabiduría que es la madre del conocimiento, habrán apartado de sí la Indiferencia colocando en su lugar el Entusiasmo. Habrán aprendido también que ningún conocimiento, ninguna ganancia, de cualquier clase que sea, es fructífero para el individuo si no se comparte y se emplea para el auxilio de los demás. Habrán aprendido a dejar de vivir para sí mismos y a vivir, más bien, para los demás, y al perderse de ese modo a sí mismos hallarán el Poder y la Fuerza de su propia Divinidad.
La Universidad Teosófica Internacional existe para preparar a sus estudiantes para ser individuos que guíen y dirijan, porque el mundo necesita seres que lo conduzcan del dolor y la ignorancia a una permanente paz y felicidad; y está asociada con el Advenimiento del Gran Instructor Mundial, quien no viene para un solo reino, sino para todos los reinos, y cuya sola Presencia en este mundo da a la Divinidad aprisionada en la naturaleza un maravilloso impulso hacia la libertad, una poderosa educación, en el más profundo sentido de la palabra.
La Universidad Teosófica Internacional reafirmará y procurará llevar a la práctica el cuádruple objetivo de la educación, según lo expresó un gran Sabio indio hace muchos miles de años:
1- Servicio.
2- Estudio con el fin de servir más sabiamente.
3- Sencillez de vida.
4- Dominio propio.
Aunque el objetivo principal de la Universidad Teosófica Internacional será la educación de los jóvenes, y aún de los niños, para que lo más pronto posible reciban los individuos las ventajas de una profunda compenetración con los ideales teosóficos, también habrá de atender, en cuanto le sea posible, a extender y perfeccionar la educación de los adultos en el mismo sentido.
Las primeras Facultades que compondrán la Universidad serán las once que a continuación se expresan: 1- Religión Mundial, incluyendo la Cultura y Teología Budista, Cristiana, Hebrea, Induista e Islámica. 2- Artes. 3- Leyes. 4- Música. 5- Medicina. 6- Medicina Veterinaria. 7- Ciencias. 8- Ingeniería. 9- Economía. 10- Cívica y Relaciones Internacionales. 11- Teoría y práctica de la Enseñanza, incluyendo el desarrollo físico, emocional, mental y espiritual.
La Universidad otorgará títulos de Bachiller, Licenciado y Doctor correspondientes a cada una de estas diferentes facultades; y también concederá diplomas y certificados correspondientes a aquellos estudios o grupos de estudios por los cuales no conceda títulos académicos.
La Universidad consistirá del Rector, del Vice-Rector, del Presidente, los directores de Estudios Especiales, el Primer Archivero, los Catedráticos, los maestros clasificados (mientras dure su período de servicio), los graduados y los estudiantes, y estará abierta, lo mismo que todos sus cargos y posiciones, a todos los individuos, sin distinción de raza, creencia, casta, sexo o color.
He aquí los nombres de los principales funcionarios de la Universidad que ya han sido nombrados: Rector: Dra. Annie Besant, Presidenta de la Sociedad Teosófica. Vice-Rector y Presidente: Rdo. George S. Arundale. Obispo de la Iglesia Católica Liberal. Directores de Estudios Especiales: El Rdo. C. W. Leadbeater y el Rdo. J. I. Wedgwood, Obispos de la Iglesia Católica Liberal. Archivero y Tesorero: Harold Baillie – Weaver, Abogado. Sub-Archivero: A. Hawliczek, Secretario de la Asociación Pro-Universidad Teosófica Internacional.

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